No es lo que piensas, pero oirás hablar mucho de Polinesia, créeme. Me voy a explicar, pero antes voy a confesarte una manía que tengo: como sabes, en los centros comerciales de cierto tamaño, siempre hay algún que otro cambio de tienda en marcha. De pronto, el pasillo que te resultaba común, viste uno de sus escaparates con un cartón de colores y… me encanta tratar de adivinar qué nueva tienda pondrán.

Polinesia moda joven

Así me pasó hace unos días y me llevé una sorpresa muy agradable. Antes había una tienda de ropa joven que no me gustaba mucho y de pronto, se abrió de nuevo el telón  apareció Polinesia. He de reconocer que al principio no sabía si era el nombre de la marca o si se trataba del anuncio de una promoción, pero al echar un vistazo, supe que vamos a escuchar muchas veces hablar de esta tienda. Sí, también es de ropa joven pero… distinta.

Tardé a salir más de la cuenta. Y dirás, ¿qué haces que tardas tanto en un establecimiento de ropa joven? Pues es que descubrí que sus colecciones de ropa urbana te permiten ir a la última, pero a la vez sentirte diferente al resto. Sus colecciones de hombre y de mujer tienen mucho estilo pero con un toque sport difícil de compaginar. Lo han logrado. Sí.

abrigos polinesia

Tiene gran variedad de prendas de las de siempre, pero distintas; no sé como explicarlo. Desde camisetas básicas a vestidos camiseros sofisticados, pasando por pantalones jogger, zapatillas vintage o camisas hipster. Yo lo que te recomiendo es que te des una vuelta por su web: Seguro que te gusta como a mí.

Polinesia jeans

Por cierto las zapatillas me encantan y ¡acabo de pedir unas!

Polinesia zapatillas

Vintage, hipster y de moda urbana al mismo tiempo. Si buscamos estas palabras parecerían no poder casar ni de broma. Pues en Polinesia lo han logrado. Ni qué decir tiene que no salí con las manos vacías, ya me conocéis. Me compré un abrigo que está de moda este año pero que me recuerda mucho a las “parkas” que llevábamos cuando éramos pequeñas. Esos con una capucha enorme de la que sobresalía el borrego gris como si se derramara sobre la cara.  Ahora lo han visto mis hijos y el mayor quiere uno pero…. Ya tendrá tiempo de vestir ropa joven; aún es mi turno ¿no crees? Sí.